Las Tecnologías de la Información y de la comunicación no son una metodología en sí mismas. No existe ningún artilugio tecnológico, ordenador, tableta o dispositivo móvil, ni siquiera existe un programa o aplicación que tenga un botón que automatice el cambio metodológico. Tampoco han inventado la tecla que abra la puerta al mundo de la innovación. Las tecnologías, en sí mismas, no innovan ni proporcionan metodologías más activas, más participativas ni más adaptadas al estilo de aprendizaje de nuestro alumnado. Utilizar software libre o propietario puede suponer un cambio en la ideología tecnológica pero no supone una innovación educativa, como tampoco lo es el uso de tal o cual procesador de palabras sino la intención con la que se usen. La robótica o el pensamiento computacional, tan en boga ahora, no innovan por computacional, sino por pensamiento. Cada una de las acciones educativas que pueden encajarse en la pirámide del aprendizaje de Glasser y que estáis vien...